La Salud Mental en la Publicación Científica
La salud mental es un problema de salud pública en todo el mundo. A pesar de ello, dentro de la comunidad de investigación existe una competencia feroz que, por desgracia, crea un entorno tóxico para muchos. En los últimos años, sin embargo, la salud mental ha estado en primera línea de las conversaciones en las revistas científicas y los medios de comunicación, dejando de ser un tema tabú.
Este artículo se centra en los retos a los que se enfrentan los investigadores y las personas de la comunidad científica y académica en relación con la salud mental, qué soluciones existen y cómo Orvium ayuda a eliminar parte del estrés.
¿Qué Problemas de Salud Mental existen en la Comunidad Científica y Académica?
En 2018, Nature encuestó a más de 2.000 estudiantes de doctorado en 26 países y descubrió que el 40% de ellos tenían síntomas de ansiedad o depresión de moderados a graves. Eso es seis veces más que la población general. Las mujeres, las personas transgénero o no conformes con el género en la investigación se enfrentan a un riesgo aún mayor. Esto se sigue aplicando hoy en día, ya que la pandemia causa agotamiento y ansiedad en el mundo académico, lo que afecta a la capacidad de enseñar, producir investigación o ser mentor de la próxima generación.
Hay múltiples factores que pueden influir, pero es importante señalar que los trastornos de salud mental son complejos. La investigación muestra que tanto las contribuciones ambientales como las genéticas pueden influir en la salud mental. Aunque el estudio y la contribución a la investigación pueden no influir directamente en un trastorno de salud mental en un individuo, los lugares donde hay lagunas en la comunidad o se quedan cortos pueden ser duros para mantener una buena salud mental.
¿Cuáles son los Factores que contribuyen a una Mala Salud Mental?
A veces, los investigadores temen que su credibilidad como científicos disminuya si los demás saben que pueden tener problemas o estar enfermos. Esto no sólo crea un estigma en torno a la salud mental, sino que también saca a la luz algunas duras realidades. En primer lugar, la escuela de posgrado es un entorno difícil, con muchas noches largas e ingratas. Una gran mayoría de los trabajos científicos actuales proceden de investigadores noveles que luchan por hacerse un nombre publicando en revistas "prestigiosas". Los puestos de trabajo son cortos y pueden estar lejos de los seres queridos, lo que crea una sensación de soledad y desamparo. También existe una inmensa presión para publicar colectivamente millones de artículos al año, lo que obliga a los investigadores a publicar cantidad en lugar de calidad. También existe la presión añadida de que el artículo académico de un investigador sea rechazado, y demasiados rechazos pueden hacer que los investigadores se sientan inútiles y perdidos.
Hay muchos más factores que contribuyen a los problemas de salud mental en la investigación y el mundo académico. Aun así, este espacio debe alentar, proteger e inspirar a las personas que quieren seguir una carrera en estos campos en lugar de estigmatizar algo muy serio. Independientemente de la edad o del estatus de titularidad, la ausencia de una cultura de apoyo puede tener efectos perjudiciales para la salud mental.
Un caso concreto que desencadenó una conversación más significativa sobre la salud mental es el de Francis Dolan, que se quitó la vida a los 34 años y había sido autor de 13 artículos científicos en revistas de prestigio. Su amigo, el Dr. Oliver Rosten, llamó la atención sobre el modo en que las presiones profesionales pueden perjudicar la salud de los investigadores postdoctorales, pues estaba firmemente convencido de que eso fue lo que provocó la trágica muerte de Francis Dolan.
El Elefante en la Habitación - La Hipercompetitividad
La cultura académica y científica suele ser hipercompetitiva. A medida que los jóvenes científicos pasan a formar parte del cuerpo docente, pasan rápidamente de ser miembros de un equipo a líderes, de gestionar un único proyecto a guiar el trabajo y la carrera de varios estudiantes y postdoctorados, y de no preocuparse nunca por la financiación a sentirse abrumados por las propuestas de subvenciones y los plazos. Y por nuestro artículo Cómo conseguir financiación para la investigación, ya se sabe lo difícil que puede ser solicitar una subvención y conseguir financiación para su investigación.
El sistema académico asume, erróneamente, que toda persona es lo suficientemente experimentada o entrenada como para manejar las presiones asociadas al trabajo en cuestión. Todo ello teniendo en cuenta que la mayoría de los jóvenes científicos nunca han impartido clases por su cuenta ni han desarrollado un curso. Aunque algunas universidades ofrecen un buen apoyo docente, muy pocas proporcionan formación en liderazgo, resolución de conflictos y tutoría. Hay incluso menos apoyo para la concienciación e intervención en salud mental.
¿Qué se puede hacer?
Por desgracia, el profesorado a veces se da cuenta demasiado tarde de que el estrés, la ansiedad y las presiones se traducen en falta de sueño, fatiga, irritabilidad y aislamiento. Todo ello contribuye negativamente a nuestra calidad de vida y a las interacciones con los colegas y con quienes nos rodean. Es hora de que las instituciones académicas den un paso adelante y hagan algo al respecto. Los nuevos profesores y posgraduados deben recibir la formación y los recursos adecuados para poder asumir sus nuevas responsabilidades y hacer frente a los problemas de salud mental.
Algunos países ya están dando los primeros pasos para buscar las estrategias de intervención correctas para aliviar algunos de los problemas de salud mental que experimentan las poblaciones pre y postdoctorales. Esto está ocurriendo en forma de series de seminarios web o conferencias internacionales. Sin embargo, las instituciones están lejos de intervenir adecuadamente cuando se producen estos problemas. El deber de cada uno de nosotros es cuidarse, denunciar cualquier situación y abordar los problemas de forma abierta y valiente.
Esto también significa que, como comunidad, debemos unirnos y normalizar la conversación en torno a la salud mental para deshacernos del elefante en la habitación. También es crucial recordar que no somos sólo nuestro trabajo o nuestra investigación y que nuestra salud, nuestra cordura mental y las cosas y personas que nos importan deben ser siempre una prioridad. Recuerda que hay formas de mejorar nuestra salud en diferentes ámbitos de nuestra vida.
Si actualmente tiene problemas de salud mental, puedes visitar los siguientes enlaces:
- Time to Change para el Reino Unido
- United for Global Mental Health para iniciativas nacionales
- Mental Health America para los recursos de Estados Unidos.
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